En el otoño de su vida, un Thorgal ya anciano apura en soledad su trago más amargo: la muerte de Aaricia. Invadido por sentimientos de soledad, de frustración, de pena, se pregunta cómo será su existencia a partir de ahora. En ese preciso instante se le presenta la serpiente Nidhogg con un regalo envenenado: la posibilidad de viajar a la época en que Aaricia aún estaba viva. Adiós Aaricia es un volumen muy especial. El historietista belga Robin Recht plasma en él su visión personal del vikingo venido de las estrellas en una historia ajena al canon de Thorgal, pero muy respetuosa con el universo creado por Jean Van Hamme y Grzegorz Rosinski.
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